martes, 15 de septiembre de 2009

España debe seguir creciendo

Fue en 1981 cuando Francia, nuestro querido país vecino, inauguró el primer trayecto en tren de alta velocidad. En España, en cambio, fue en 1992, coincidiendo con la inauguración de la expo de Sevilla.

11 años de diferencia entre la el TGV francés y el AVE español. No parece mucho tiempo, pero como de costumbre, parece que siempre estamos a la cola de la innovación y desarrollo.

En estos últimos años, la construcción de líneas de alta velocidad parece proliferar como setas por todo nuestro territorio. Las inauguraciones se suceden. Esperemos que no solo se construya e inaugure para ganar las elecciones si no para poder crecer como país.

Ciertamente las comparaciones son odiosas, pero también hay que saber con qué o con quién compararse. Sin conocer nada de Uganda, me atrevo a afirmar que en el 1992 nuestra red de transportes ferroviarios de alta velocidad era muy superior a la del país africano. Sin ánimo de faltar a Uganda ni a sus ciudadanos, creo que hay cosas que no se pueden comparar. ¡Claro que en 1992 estábamos mucho mejor que Uganda! Y con toda certeza se podrá seguir diciendo semejante afirmación durante las décadas venideras.

Es por eso que es importante saber con qué o con quién compararse. La comparación con Uganda es como comparar a un equipo de 1ª división de fútbol con uno de 2ª B.

Sí es cierto que en algunos casos lo anteriormente no funciona, probablemente estas cosas solo pasan en el fútbol.

Las comparaciones han de hacerse con países que jueguen en la misma liga por 2 motivos:
  • Saber dónde nos encontramos. (Es importante saber el punto de partida)
  • Aumentar la competencia actual. (No podemos parar de crecer)

Por supuesto no cabe  ninguna duda que para aumentar la competencia podemos fijarnos en las técnicas del vecino para conseguir mejores objetivos. ¡Vamos a por todas!

Deseando que los trenes inunden España, y que viajar en ellos sea más económico que en la actualidad.