Si has viajado por otros países enseguida te habrás dado cuenta de que la gente coloca las banderas de su país en sus casas sin mayor problema.
Sin embargo, en España, que como dice la frase, “Spain is Different”, la cosa es bien distinta. Las banderas colocadas fuera de los lugares institucionales, parecen exaltar los ánimos a unos y disgustar a otros.
Algunos hogares de nuestro país plagan la casa de banderas. No hay estancia o habitación sin una bandera roja gualda roja. Es nuestra bandera, la española, la bandera de todos. Cuando, como en algunas casas, veo tantas banderas, en el salón, en la cocina, en el dormitorio, y creo que hasta el baño, me pregunto si lo hacen para no olvidarse en qué país están. Tanto parecen amar al país al que representa la bandera, que necesitarían recordarse constantemente que están en España viendo los colores de la bandera nacional. Aunque tirando del hilo se puede pensar que tanta bandera es simplemente para reafirmase en sus convicciones y poner de moda algo que está ahí. La bandera nos representa a todos.
Por suerte cada vez menos se ven banderas con un águila en lugar de un escudo. Por suerte el "aguilucho" según algunos, o águila de San Juan según otros, pasa a formar parte de nuestra historia. Es cierto que la constitución se aprobó con esa bandera de fondo, es la que había en aquel momento, pero fue la tan nombrada constitución española de 1978 la que estableció una nueva bandera. Por ello debemos olvidarnos de la vieja bandera que incorpora el ave rapaz. No aceptando que esa bandera es más española que la tricolor de la república. Ambas son anticonsticionales y preconstitucionales. Es por ello que la única bandera válida es la roja amarillo roja con su escudo.
Artículo 4 de la Constitución Española de 1.9781. La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas.
